Lejos de mi intención desanimar a la gente y menos a los opositores que han de tener y conservar una moral a prueba de bomba, pero si no dijese que actualmente la cosa está mala estaría mintiendo y eso ya no va conmigo.
Estamos asistiendo en numerosas comunidades autónomas a la congelación de oposiciones, a veces de una manera total, y en otras parcial, sólo determinados cuerpos.
Además del deterioro del servicio público y la desconfianza de los políticos, hay que añadir la difícil situación para academias y preparadores, en una situación económica no precisamente boyante.
¿Hay tantos funcionarios en España? Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), En España tenemos un 14,6 % sobre población activa total y 6,45 % respecto a población total, similar en todo caso a Alemania, con 14,63 % y 6,95% respectivamente. En Francia, estos porcentajes son muy superiores, 29,03 % y 10,63 %, como es el caso, también, de Holanda, 27,18 % y 11,01 % Si vamos a los países nórdicos, las cifras se disparan, Dinamarca, 33,82 % y 17,1 %; Finlandia, 26,83 % y 12,41 %; Noruega 34,98 % y 18,37 %.
Es evidente, a la vista de los datos reales, que afirmar que España tiene demasiados funcionarios y que el número de funcionarios está en relación inversa con la economía de un país, es algo que no se sostiene mínimamente.
Más evidencias. Que los políticos españoles, salvo honrosas excepciones, por supuesto, no tienen mucha imaginación, es más que evidente (y a veces es mejor que no la tengan, porque a algunos se les ocurren ideas de iluminados). En todo caso, lo normal es que vayan a lo fácil, que es congelar oposiciones y disminuir el sueldo a los funcionarios.
Esto es denigrante en un país con tantos gastos superfluos a cargo del Estado, gastos que sólo benefician a los políticos y que son una carga para los ciudadanos. No voy a hablar de los mismos, más que nada por no parecer cansino e inisitir en lo que ya sabemos, pero la gente que está bien informada cada día se despierta con el berrinche de un nuevo despilfarro a costa de sus impuestos.
No se engañen, ni pretendan engañar a los ciudadanos, ese no es el camino. Sino el camino contrario.
Estamos asistiendo en numerosas comunidades autónomas a la congelación de oposiciones, a veces de una manera total, y en otras parcial, sólo determinados cuerpos.
Además del deterioro del servicio público y la desconfianza de los políticos, hay que añadir la difícil situación para academias y preparadores, en una situación económica no precisamente boyante.
¿Hay tantos funcionarios en España? Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), En España tenemos un 14,6 % sobre población activa total y 6,45 % respecto a población total, similar en todo caso a Alemania, con 14,63 % y 6,95% respectivamente. En Francia, estos porcentajes son muy superiores, 29,03 % y 10,63 %, como es el caso, también, de Holanda, 27,18 % y 11,01 % Si vamos a los países nórdicos, las cifras se disparan, Dinamarca, 33,82 % y 17,1 %; Finlandia, 26,83 % y 12,41 %; Noruega 34,98 % y 18,37 %.
Es evidente, a la vista de los datos reales, que afirmar que España tiene demasiados funcionarios y que el número de funcionarios está en relación inversa con la economía de un país, es algo que no se sostiene mínimamente.
Más evidencias. Que los políticos españoles, salvo honrosas excepciones, por supuesto, no tienen mucha imaginación, es más que evidente (y a veces es mejor que no la tengan, porque a algunos se les ocurren ideas de iluminados). En todo caso, lo normal es que vayan a lo fácil, que es congelar oposiciones y disminuir el sueldo a los funcionarios.
Esto es denigrante en un país con tantos gastos superfluos a cargo del Estado, gastos que sólo benefician a los políticos y que son una carga para los ciudadanos. No voy a hablar de los mismos, más que nada por no parecer cansino e inisitir en lo que ya sabemos, pero la gente que está bien informada cada día se despierta con el berrinche de un nuevo despilfarro a costa de sus impuestos.
No se engañen, ni pretendan engañar a los ciudadanos, ese no es el camino. Sino el camino contrario.
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